Llega marzo y con ello el fin de las vacaciones, las clases y el cambio de temporada, todo ello significa aumentos de precios, que parados en números de enero arroja una perspectiva cercana a 4% promedio para el mes de las batucadas.
Sin embargo, dejará de igual forma con su número, cualquiera que éste resulte, bastante chiquito el piso del 10% de previsión que inicialmente fuera proyectado para la inflación del trimestre.Marzo llegará impiadoso para sumar su impronta inflacionaria a la inercia de los números del primer bimestre del 2022.
la vorágine inflacionaria en curso, registrada en la canasta básica de alimentos, que de acuerdo con la medición de precios realizada por Consumidores Libres vio un incremento de 8,09% en el primer mes y medio del año, a la suba de 9% promedio en los combustibles que impacta de manera directa en toda la economía, las prepagas de medicina con su ajuste del 9%, los alquileres, que desde el 1° de febrero aumentaron un 51,28%; los peajes en AMBA, con un 26,4%; los subtes y una suba que rozó el 22%, sumado a los factores estacionales como la necesidad de útiles escolares que se incrementaron un 65%.
El inicio del ciclo lectivo 2022, aunado a la suba de las cuotas escolares, es un clásico de cierre para el primer trimestre. Los incrementos autorizados para las matrículas y cuotas de los colegios privados de hasta 15% en la Provincia de Buenos Aires, de acuerdo con la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (ADEEPRA), superaron por lejos el 10% de incremento que como tope se esperaba para esta fecha conforme con lo anunciado hacia finales del año pasado.
A partir del 1° de marzo varios analistas coinciden en que “en marzo se espera la actualización de las tarifas de energía, por lo que se anunció hasta el momento”. Se estipula que los servicios de luz y gas verán un ajuste tarifario en el 3° mes del año de entre 17% y 20% promedio, ajuste que, en el caso del gas, tendría un impacto de hasta un 35% más en las facturas de los usuarios residenciales”.
Marzo también verá una reactualización de los impuestos que gravan la nafta y el gasoil, lo que presupone un incremento de sus precios por arriba del 2%.
La meta anualizada que se propusiera el Gobierno, con un tope del 29%, transita ya un camino de derrota desde el vamos, de acuerdo con el incremento de precios registrado en apenas el primer mes y medio del año. Éste presupone un piso mensual de inflación para el trimestre no menor de 3,8%, mientras que el Relevamiento de Expectativas del Banco Central proyectan más de 54% anual.