Según la UCA, a pesar de los planes sociales la pobreza aumentó al 43,1% en 2022 y profundizó el deterioro de la última década. Hay 18 millones de personas pobres y 3,3 millones de indigentes. Las causas del deterioro y su impacto en el mercado laboral.
Al presentar los resultados de su informe sobre deudas sociales en la Argentina, el director del Observatorio, Agustín Salvia, indicó a un grupo de periodistas que todos los indicadores macro mostraron un retroceso desde el comienzo del segundo mandato de la presidenta Cristina Kirchner a fines del 2011: PBI, PBI per capita, creación de empleo registrado, poder adquisitivo y precarización del empleo, entre otros.
Pobreza e indigencia en la Argentina 2022
“Bajo el escenario de postpandemia, la recuperación económica, el aumento de la ocupación, la caída del desempleo y los refuerzos en la asistencia social lograron atenuar o incluso revertir la tendencia creciente de los indicadores de indigencia y pobreza”, explica el informe.
Y destaca que en un contexto inflacionario “no se evidencia un crecimiento exponencial” de estos indicadores. ¿La razón? El aumento de los planes y programas públicos para los sectores más vulnerables, que destacan no es una política a largo plazo. “El financiamiento de los pobres es un modelo insostenible”, lanza Salvia.
Pobreza multidimensional
La pobreza multidimensional entrecruza datos de ingresos monetarios con carencias de derechos. Se analiza a la población en base a la privación de derechos relacionados con alimentación y salud, servicios básicos, vivienda digna, medioambiente, educación, empleo y seguridad social, y las relaciona con ingresos.
La UCA realizó además una medición de la pobreza y los planes de asistencia del Estado que crecieron con la pandemia de Covid-19.
Así en 2022, sin planes sociales la pobreza llega al 51,1% de las personas y el 40,4% de los hogares tiene cobertura de algún tipo. Los números muestran el papel creciente de la asistencia social en la capacidad económica de los hogares.
Cabe destacar que esa ayuda a los hogares pasó en 24,4% en 2010 a sus actuales 40,4%. Casi se duplico en 12 años. El periodo más alto fue en pandemia (47,3%) y el más bajo precisamente cuando comienza el ciclo de análisis.
“Estamos ante la tercera generación de pobres en el país, por la falta de un modelo sostenible en base a la creación de empleo genuino” afirmó Salvia.