Hay dulces que tuvieron su época de gloria, luego desaparecieron y hoy los nostálgicos piden a gritos que vuelvan. Y están los Corazoncitos Dorin’s, una marca de la cual se sabe poco y se mantiene desde hace varias décadas en los kioscos.
Más tarde las latas fueron reemplazadas por pequeñas cajas de cartón envueltas en un celofán para evitar que los caramelos se humedecieran. Este cambio también vino de la mano con una simplificación en su packaging. Antes de eso tenía frases impresas como “refresca la boca”, “quitan la sed” y “perfuman el aliento”.
Los Corazoncitos Dorin’s salieron al mercado en 1950 y durante muchos años fueron fabricados por Molino Nuevo, que en realidad se dedicaba a la molienda de granos y la elaboración de harina en su planta ubicada en Azul. No obstante, resulta difícil encontrar más datos sobre su origen. Esto, como siempre, despierta incontables leyendas y versiones sobre su nombre y creación.
En su novela ‘El ardor de la sangre’ la escritora ucraniana Irène Némirovsky detalla que uno de sus personajes, llamado Jean Dorin, es el dueño de Molino Nuevo. Esto podría considerarse una inspiración dado que la escritora nació en 1903, sin embargo se trata de una obra póstuma que recién salió a la luz en 2007.
Según el sitio Ansol, Molino Nuevo entró en crisis a partir de 2008 y nueve años después finalmente se declaró en quiebra. En 2019 se remató la fábrica y aparte también entró en subasta la conocida marca de pastillas. Esta pasó a manos de Smint SA, la cual está a nombre de Gonzalo Pulido y Miguel Roibon. En el INPI como actuales dueños de la marca figuran Torcuato, Juana y Malena Pulido.
COCKTAIL INSPIRADO
Actualmente los Corazoncitos Dorin’s todavía pueden encontrarse en los kioscos por lo que llevan más de 70 años en los mostradores. En los últimos años la etiqueta buscó innovar con nuevos sabores combinados, como uva y frambuesa y maracuyá y arándano.
En una entrevista de 2019, la reconocida bartender Ines de los Santos le contó a la publicación “Clase Ejecutiva” que su primer trago de autor llevaba esta golosina.
Su Dorin’s Martini era parecido a un Cosmopolitan y llevaba jugo de mandarina, vodka, Grand Marnier y pastillas con forma de corazón nadando en el vaso.