El secretario de Comercio, Roberto Feletti, recibirá a fabricantes de bienes de consumo masivo y supermercadistas, que se resisten a la medida con el formato propuesto por el Poder Ejecutivo y presiona con la “Ley de Abastecimiento”.
El miércoles, Feletti les dijo que debían presentar una lista de 1.247 bienes, cuyos precios se retrotraerán al 1 de octubre y serán congelados en esos niveles hasta el 7 de enero, el día después de Reyes de 2022.
El Ejecutivo espera que las empresas presenten una postura común sobre cómo implementar la medida, y a su vez éstas quieren saber con precisión si habrá una normativa que determine el congelamiento o este será “de palabra”.
La recepción del anuncio que hizo Feletti, secundado por la exministra de Producción, Débora Giorgi (ambos fueron funcionarios en la segunda presidencia de Cristina Kirchner y entre 2015 y 2019 integraron el gobierno municipal de La Matanza) fue distinta entre supermercados y fabricantes de alimentos y artículos de limpieza e higiene. Los supermercados se inclinan por acompañar, pero las fábricas advierten, en público y en privado, los efectos negativos que tendría para ellas un nuevo congelamiento, como el que se aplicó sobre mediante el programa Precios Máximos.
La ley de Abastecimiento (20.684), sancionada por el gobierno peronista en junio de 1974 (y enmendada en 2014, durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner mediante la ley 26.991) no logró evitar que un año después se produjera el mayor descalabro inflacionario hasta entonces, el “rodrigazo” de junio de 1975, al cabo de meses de escasez y mercado negro de una amplia variedad de bienes, desde azúcar hasta aceite y fideos. Fue también el golpe de gracia al “Pacto Social” y los congelamientos que había iniciado el ministro de Economía, José Ber Gelbard, durante el gobierno de Héctor Cámpora, quien renunció al cabo de 49 días de mandato por orden del propio Perón.
Durante el fin de semana los ejecutivos especulaban que el nuevo congelamiento sería una especie de término medio entre Precios Cuidados, un programa voluntario en el que las empresas presentan una lista con precios acordados con el Gobierno, y Precios Máximos, que era de cumplimiento obligatorio y por norma de Comercio Interior.
De hecho, el anuncio de un nuevo congelamiento tomó desprevenidas a las empresas, que mantenían con Paula Español, la antecesora de Feletti, conversaciones para actualizar con un porcentaje menor al 5% los 700 productos de la lista de Precios Cuidados.
Para los empresarios de consumo masivo, si Feletti decidiera completar una lista de 1.250 productos en un marco voluntario, no estaría tan mal, dado el actual contexto.
El planteo que realizarán los fabricantes de alimentos adheridos a la Copal y las de limpieza e higiene personal es incluir en la lista de bienes cuyos precios quedarán congelados los ítems que ya son parte del programa Precios Cuidados y los de Súper Cerca (654 y 70, respectivamente) y después negociar individualmente qué otros artículos sumar hasta llegar al número que dijo Feletti.