En los últimos días, los miles de usuarios del servicio bancario que se acercaron a un cajero automático a retirar dinero se habrán sorprendido al notar que la máquina les devolvió en su mayoría billetes de $100 pesos, además de limitarlos a extraer un monto de $4.000.
Los de $200 representan algo más del 7% del total con 492 millones, los $500 el 16% del total con $1.132 millones y los de más alta denominación, los de $1.000, representan el 15,6% del total con 1.052 millones en existencia, según datos a principios de julio.
Con esto, y sumándole la inyección de dinero que supuso el pago de aguinaldos, jubilaciones y subsidios en el marco de la pandemia, los bancos se han visto obligados a llenar los cajeros con algunos de los 2.703 millones de billetes de 100 pesos que circulan en el país.
De manera que el nuevo límite de extracción es de $4.000 pesos, porque los cajeros no pueden entregar más de 40 billetes por operación. Esto no significa una restricción a retirar la cantidad de dinero deseada, pero sí representa una dificultad engorrosa porque implica realizar una nueva operación. Es decir, que si uno quisiera retirar $4.500 pesos deberá hacerlo en dos movimientos.
Otra forma de acceder al dinero en su cuenta
Se trata de la posibilidad que abrieron supermercados, farmacias y otros comercios de retirar el efectivo a la hora de hacer sus compras. Esta fue una medida que se empezó a implementar durante la pandemia, con el fin de evitar ir al banco.
Las dos empresas financieras que lideran el mercado de cobro de pagos, Prisma y Fiserv, acordaron que el tope para esos retiros sea de $15.000 diarios, ya que el anterior límite de $8.000 había quedado desactualizado por la inflación. Al lado de ese número, se puede inferir que el tope de $4.000 que hoy ponen los bancos es escaso para muchos usuarios.
En ese sentido, la pandemia perjudicó la expansión de la red de cajeros automáticos porque las restricciones impulsaron a los usuarios a reducir el uso de dinero en efectivo.